viernes, 18 de noviembre de 2011
Íntima inmensidad.
Si hablamos del "espacio interior de un coche", en realidad no estamos haciendo una división real del espacio. Hay espacio "dentro" del coche. Hay espacio "fuera" del coche. De hecho, todo es espacio. El coche y todos los objetos surgen en el espacio. El espacio no tiene límites. Limitamos convencionalmente al espacio total, y decimos el "interior" del coche, el "exterior" del coche. Pero el espacio en sí llena todo el universo. Es un espacio total. ¿Dónde comienza el espacio?. ¿Dónde termina?.
De manera similar, intuimos nuestra presencia de ser, el saber que somos como algo ilimitado. No podemos abarcarlo. Dentro de esta Pura Consciencia, todo surge. No es que el "yo", el cuerpo, el intelecto no existan. Lo que sí podemos comprobar es que su realidad está supeditada a la única REALIDAD con mayúsculas: nuestra siempre presente sensación de ser, ese saber que siempre estamos presentes, que no se puede dividir, que no se puede sistematizar. ¿Dónde comienza?.¿Dónde termina?. Es, siempre es. Y tú eres Eso. Dentro de esta íntima inmensidad surgirá todo como tenga que surgir.
Intuir esa realidad, vivir con esa convicción, es todo lo que "podemos" hacer. Ahí comienza, ahí termina toda búsqueda de paz, de libertad. Ya eres esa "paz que sobrepasa cualquier entendimiento", esa libertad, inmensidad insondable. Como dice Sailor Bob Adamson, "Punto y final".