En la huerta: las flautas de los mirlos que ya andan en amoríos, el Haendel que llevan escondidos los petirrojos enseñándolo sin pudor, corcheas entre frutales. Las primeras mariposas con vuelo esquivo, el macho camachuelo de colores emocionantes, el diminuto chochín y su enorme chorro de voz, la urraca temeraria que le hurta el pienso a la gata, el solitario escarabajo que siempre enseña de no-soledades, los limoneros en su constante generosidad color sol, la desnudez de la viña, puro potencial...el burro de un vecino que parece llamarme cuando rebuzna, la araña tejiendo y cosiendo el espacio, el azor que cuando nos visita deja una estela de silencio total.
Todo es en esta certeza de ser.
Ya en el coche, la radio no para de imputaciones políticas y no políticas, sospechas, desánimos, crisis y protestas. Me detengo en el semáforo. Un niño pequeño sonríe a mi saludo. Cambio de emisora y suena Leonard Cohen, "Take This Walz"...
Todo (nos guste o no) acontece en este innegable "ser y saber que somos."
Somos océanos de presencia consciente manifestándose como olas de todos los tamaños y formas.
¿Cuánta distancia hay entre la ola y el mar?.
Ahora todo es suficiente y no hay nada que no sea adecuado.
Hágase tu voluntad, porque ya nada nos pertenece realmente.
"Aquello en lo que aparentan existir de forma continuada todos estos mundos, aquello que posee todos estos mundos, aquello de lo cual surgen todos estos mundos, aquello para lo que existen todos ellos, aquello que hace que existan todos estos mundos y aquello que, sin duda alguna, es dichos mundos: ésa es la única realidad existente."
Ramana Maharshi.
