Inmensidad.

(Primer plano de un Pulpo, fotografiado por mi gran amigo José Aller.)

"Pero en el océano del Espíritu, el que ve está solo, contemplando su propia inmensidad."
UPANISHADS

Del dormir.

En la vigilia, podemos ver a otros durmiendo...
¿Pero qué es lo que realmente sucede cuando nosotros dormimos?.
Mientras soñamos, en el transcurrir del sueño, ¿no son esos sueños tan reales como la vigilia?.
En los sueños, aún siendo un "yo" distinto en muchos aspectos del "yo" de la vigilia, ¿por qué nos identificamos con él?, ¿qué es lo que hace posible sentirlo tan "nosotros mismos"?. Por la mañana decimos, sin dudarlo, "esta noche soñé que...". ¿Gracias a qué tenemos esa certeza?.

En el sueño profundo no hay "yo" ni mundo. No hay ninguna referencia de nosotros, ni del mundo de nuestra vigilia ni de los sueños: no hay un "yo", no existen familiares, ni amigos, ni trabajos, ni gordos de lotería, ni bancos, ni hospitales, ni animales, ni internet...Entonces, ¿gracias a qué "sabemos", intuimos, que de alguna forma hemos estado ahí?. ¿Hubo una desconexión total?. Si así fuera, ¿cómo podríamos decir al despertar del sueño profundo que "hemos dormido profundamente"?.
¿Qué es lo que permanece inamovible en todos los estados?. ¿Qué es lo que permanece siempre como trasfondo?. ¿Qué es lo que sostiene, ilumina y testifica todo?. Y finalmente, ¿no es esa íntima sensación de presencia que todos tenemos en todo momento, ese Ser y saber que somos, la que "presta" su Realidad a todo lo que de ella surge, sin verse afectada en lo más mínimo?.

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"Constata si tras la simple afirmación:”soñé”, no estás involuntariamente haciendo patente una presencia que trasciende y contiene tanto la vigilia como el sueño. 
Reflexionando y comprendiendo qué significa realmente esa íntima y privada sensación de ”soñé”, puedes alcanzar una íntima y privada intuición de Eso que abarca tiempo, espacio, mente, materia y todo lo que ahí existe y se manifiesta."  Juan Carlos Savater (de su blog unasolaesencia).

Todos los caminos.

"Todos los caminos son Mi Camino. 
No importa el camino que el hombre recorra,
le llevará hasta Mí."
Bhagavad Gita

Asomarse y reposar.

La esencia de nuestra verdadera estatura no permite objetivarse.
Uno, de forma íntima y honesta, se asoma y reposa en esa innegable sensación de presencia, eso que sentimos como "yo", y facilita la apertura de las puertas a nuestra innata intuición: una insondable evidencia de ser, que es todo y al mismo tiempo está libre de todo. Observar con profundidad, apreciar con intensidad esta cotidiana consciencia de ser, siempre presente, quedarse simplemente ahí, valorando su verdadera dimensión y vivir desde esa convicción observando a la vida desplegarse. Todo lo demás son adornos.

Al igual que el Sol.

El sol es auto-brillante. No necesita otra luz para brillar. No puede conocer la oscuridad.
Nuestra pura consciencia, la evidencia de ser, es como el sol siempre brillante. Nunca podemos negar la presencia que somos. El sol no puede negar su brillar.
Nadie nos tiene que decir que somos, sabemos que somos.
Consciencia no conceptual, siempre fresca, siempre brillando por sí misma. No podemos negar esta evidente sensación de ser. ¿Cuándo comenzó?. ¿Cuándo acabará?.

El sol luce por su propia luz, y alumbra, y manifiesta la nube que lo oculta.
La nube no puede afectar al sol que la ilumina. De igual forma, nuestra verdadera naturaleza, pura consciencia, confiere su realidad a todo lo manifestado y nada la puede afectar...

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"La luz está aquí tanto si dices "yo" como si no lo dices. Sé consciente de esa luz y nunca la perderás". Nisargadatta Maharaj



"Pero la luz pone todas las cosas al descubierto, y lo que queda al descubierto es luz, porque es ella misma la que hace que todo sea visible."  San Pablo

Espejo-Reflejos

¿Puede el espejo dejar de reflejar?
¿Afectan de alguna forma los reflejos al espejo?
La realidad de los reflejos, ¿no está supeditada a la realidad del espejo?

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"El reflejo no está en el espejo, es del espejo."   Sailor Bob Adamson

"Desde el punto de referencia de la consciencia relativa, yo y el mundo estamos separados. Consciencia y existencia son diferentes. Algo puede existir independientemente de que tengamos consciencia de ello. De esta manera, despertamos cada mañana a un mundo en el que nos sucederán un montón de cosas y haremos otras tantas…Esta es la vida y su apariencia habitual.
Sin embargo, desde el punto de vista de la pura consciencia, el cuerpo y el mundo (a través de él) surgen en ti cada mañana. Esta es la realidad y no la inversa. Podríamos decir que todo acontece y se despliega a lo largo del día en ese espacio despierto que somos. Todo le debe su realidad a esa Realidad. Como las imágenes en el espejo… ¿Son reales? ¿Son ilusiones? ¿Podrían existir sin el espejo?..."     Juan Carlos Savater

Íntima inmensidad.

Si hablamos del "espacio interior de un coche", en realidad no estamos haciendo una división real del espacio. Hay espacio "dentro" del coche. Hay espacio "fuera" del coche. De hecho, todo es espacio. El coche y todos los objetos surgen en el espacio. El espacio no tiene límites.  Limitamos convencionalmente al espacio total, y decimos el "interior" del coche, el "exterior" del coche.  Pero el espacio en sí llena todo el universo. Es un espacio total. ¿Dónde comienza el espacio?. ¿Dónde termina?.

De manera similar, intuimos nuestra presencia de ser, el saber que somos como algo ilimitado. No podemos abarcarlo. Dentro de esta Pura Consciencia, todo surge. No es que el "yo", el cuerpo, el intelecto no existan. Lo que sí podemos comprobar es que su realidad está supeditada a la única REALIDAD con mayúsculas: nuestra siempre presente sensación de ser, ese saber que siempre estamos presentes, que no se puede dividir, que no se puede sistematizar. ¿Dónde comienza?.¿Dónde termina?. Es, siempre es. Y tú eres Eso. Dentro de esta íntima inmensidad surgirá todo como tenga que surgir.
Intuir esa realidad, vivir con esa convicción, es todo lo que "podemos" hacer. Ahí comienza, ahí termina toda búsqueda de paz, de libertad. Ya eres esa "paz que sobrepasa cualquier entendimiento", esa libertad, inmensidad insondable. Como dice Sailor Bob Adamson, "Punto y final".

Simplemente.

Ser, nada más. Y basta.

Es la absoluta dicha.

Jorge Guillén

Conocimiento.

Podemos observar en la foto a un Chorlitejo Patinegro (Charadrius alexandrinus), días después de haber salido del huevo y "acunado" por una mano amiga. Puedo identificar a este ave. Conocer su hábitat y costumbres. Saber de su vida. Apreciarla y respetarla. Puedo conocer mucho del Chorlitejo. Pero es un conocimiento limitado. Es verdad que puedo ir ampliando este conocimiento a lo largo de los años. Estudiar- conocer otras especies de la misma familia que el Chorlitejo, puedo investigar sus hábitos, sus interrelaciones, sus trinos y amoríos. Y ampliar más todavía este conocer estudiando todas las aves. Pero este conocimiento siempre será limitado.
Conocer al Chorlitejo Patinegro no significa conocer el idioma ruso, ni conocer acupuntura ni tampoco la evolución de los mercados financieros. Es conocimiento limitado.

Pero puedo llegar a intuir que existe un conocimiento ilimitado. No es un conocimiento de esto o aquello. Es conocimiento como tal. Es un conocimiento que no sufre cambio, que es invariable, siempre el mismo. Intuyo que soy y siempre sé que soy. Esa evidencia de ser es ilimitada. Es Consciencia sin objeto. Puro conocer. Es un constante conocer siempre presente y siempre disponible. No hay que realizar ningún esfuerzo para conseguirlo. Siempre estoy conociendo. ¿Puedo dejar de ser-conocer?.

Veo que el Chorlitejo surge y vive en este conocer ilimitado que realmente somos. El polluelo cambiará. Mi cuerpo también ha cambiado y sigue cambiando. La idea que tengo de mí mismo no coincide con el "yo" que era cuando tenía diez años y era un "pollito humano". Cambia el conocimiento que tengo de aves, de idiomas, de economía, todo cambia...¿Pero ha cambiado este constante conocer?.

Somos y sabemos que somos, ¿puede quedar algo fuera de esta intuición?.
Es gracias a esta siempre presente consciencia, desnuda de objetos e insondable, que podemos "vestirnos" de conocimiento de aves, de idiomas, de acupuntura ,de economía e incluso de "espiritualidad".  Lo que verdaderamente somos es lo que nunca cambia.

Saber que siempre está ahí.

No puedes negar tu propia existencia. Tampoco puedes concebir tu inexistencia.
De forma intuitiva y directa sientes tu propia realidad. Eres y sabes que Eres antes de recurrir al pensamiento. Antes de creerte tal o cual (como te llames), ya sabes que eres. Esta presencia consciente brilla por sí misma. No tienes que tratar de hacer algo con la intención de que repentinamente aparezca esta sensación de ser. No requiere de ningún esfuerzo. Siempre eres, siempre sabes que eres. No puedes crear ni destruir esta presencia, esta intuición íntima de Ser.

Te pregunto, ¿puedes, de alguna forma, dejar de sentir tu realidad?. Intenta, a ver si puedes, alejarte de tu propia sensación de Ser.

Muchos de nosotros, en algún momento, hemos pensado: "la he perdido, no puedo permanecer siempre en esa presencia, en esa dicha de ser". Y nos hemos creído esa aparente pérdida. Y entonces nos decimos: "Sí, entiendo que soy Pura Consciencia, pero siento que aún no la tengo. Vaya, me falta algo. Quizás tenga que buscar más, leer más, acudir a más maestros, etc...". A lo mejor das un largo paseo hasta que te das cuenta de que esta presencia consciente, Pura Conciencia, siempre está ahí (en la vigilia, en el sueño y en el sueño profundo). Permanece constante a pesar de lo que aparezca o desaparezca.
En un día nublado, aunque las nubes cubran al sol, no dices "Vaya, ¡el sol ha abandonado el cielo, se ha esfumado!". No lo dices porque es un hecho que el sol siempre está ahí, no lo pones en duda, lo sabes. Y también sabes que gracias al sol se evapora el agua y se forman las nubes. Entonces...sin sol no puede haber nubes. Después, esas nubes, hacen "desaparecer" al sol.

Ese trasfondo de Ser que intuyes, que nunca cambia, es el que confiere realidad a todo lo que aparece y desaparece. ¿Puede existir algo a parte, de forma independiente, de esta Viva Realidad que eres?, ¿puede quedar algo fuera de esa intuición de Ser?. No-dualidad. Uno sin segundo.

Este Ser y saber que eres no lo puedes abarcar con la mente (como muchas veces hemos intentado), encajonarlo conceptualmente, "agarrarlo" de alguna forma. Ese mismo intento de abarcarlo brota de la misma presencia consciente que siempre eres. No puedes decir cómo es ni a qué se parece. Sólo sabes que Es. Y cuando conoces, cuando sabes que siempre está ahí, simplemente descansas en Eso...te das cuenta de que ya no hay nada más que buscar. Tú eres Eso. Tu verdadera realidad es Eso.


<< Otra cosa que se puede hacer es tratar de separarse de esta presencia-consciencia. Cuando te das cuenta de que no puedes hacerlo, no tienes más remedio que reconocer que tú eres esa presencia-consciencia. Déjalo en ese punto, no le des más vueltas, porque nunca podrás definir o conceptuar en qué consiste ese "saber que estás presente". >>    Sailor Bob Adamson, del libro "Una Sola Esencia".

Un agujero en el papel.

Hay frases que nos hacen "recordar" nuestra Verdadera Naturaleza. Son frases que provienen de ese Lugar y nos llevan de la mano a Eso que siempre somos...  hasta que uno decide soltar la sabia compañía y quedarse sólo, y en esa intimidad, descansar en ese Lugar al que están apuntando los sabios que las pronuncian. 

Ese Lugar somos nosotros también.

Para acompañar esta frase, me he permitido fotografiar un "agujero", aquí, en Galicia.

"Pregunta: ¿Qué es entonces lo que es en el centro de la consciencia?

Nisargadatta Maharaj: Eso a lo que no puede darse nombre ni forma, porque es sin cualidad y más allá de la consciencia. Usted puede decir que es un punto en la consciencia, que es más allá de la consciencia. Como un agujero en el papel, que está a la vez en el papel y que sin embargo no es papel, así es el estado supremo en el centro mismo de la consciencia, y sin embargo más allá de la consciencia."

"Yo soy Eso"- Nisargadatta Maharaj

¿Sobra una ola en el mar?

Hola P.:

Hace unos días, mientras buceaba, realicé esta fotografía "a ras de agua". Nada más verla en el ordenador, recordé la metáfora del mar y la ola, tantas veces citada cuando se quiere señalar la no-dualidad de la vida, y que tú me comentabas. Para empezar, lo mejor es darse cuenta de que muchas veces olvidamos que las enseñanzas señalan, son indicadores, pero no son la verdad. Señalan para que nosotros miremos. Y cuando creemos que son la verdad, perdemos la belleza y la utilidad de esas enseñanzas que desde antaño los sabios han expuesto de diversas formas, y posiblemente añadamos más confusión, si cabe, a nuestras vidas.

Nuestra identidad, nuestro ego, lo que creemos ser, podemos decir, siguiendo con la metáfora, que es como una ola en el mar. Y esa ola se puede llamar Carmen y ser cirujana, y tener cuatro perros. Otra ola se llama Pedro, y es fontanero, y tiene mujer y dos hijos. Alguien malinterpreta esta enseñanza (lo cual suele ser muy común) y dice que Carmen y Pedro son una ilusión. Y les espeta a los dos: "Para llegar a la paz, tienes que desaparecer como Carmen, como Pedro, tienes que dejar de ser ola y convertirte en océano. Eres mar, no una ola". Y si a Carmen, disgustada con su vida en esos momentos, le hace tilín seguir a ese "maestro" para "desaparecer" y "fundirse en la paz oceánica", ya podemos imaginar a la buena de Carmen siguiendo terapias, retiros, meditaciones, yoga...Que no digo que no sean positivas para mejorar ciertos aspectos de "su vida", pero que no tienen nada que ver con la enseñanza que comentamos aquí, y lo único que va a desaparecer es dinero de Carmen, apareciendo en la cartera del "maestro". Por su parte, Pedro, al escuchar al "gurú" decirle que "todo es ilusión", piensa "sí, es una ilusión que tenga que trabajar como un descosido para llegar a fin de mes...", y se va, pasando olímpicamente del tema.
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No es que Carmen y Pedro, y sus vidas, y las nuestras, sean una ilusión. No es que la ola sea una ilusión (mira la foto, no hay duda de que hay olas). La ilusión es creer que la ola está separada del mar, que es independiente del mar. Creer, sin ninguna duda, que estamos separados de la misma vida.Y si  lo examinas con detalle verás que ese "sentirse separados", el creerse identidades "fijas", independientes, con capacidad absoluta de actuación es la causa de nuestro sufrimiento. Pero, por otra parte, estarás de acuerdo conmigo que si no hubiese olas, el mar sería una vasta y llana  extensión de lo potencial (mira que pasa en el sueño profundo), no habría actividad, no habría lo que conocemos por vida. Las olas son el movimiento del universo. La vida, la Pura Consciencia, se manifiesta a través de Carmen y Pedro. Hagan lo que hagan, es la misma vida. No podemos negar lo que Es, y parte de lo que Es es que hay un universo manifiesto aquí...Pedro no tiene ninguna duda al respecto. Lo que sí se puede "hacer", si uno se ve atraído por ello, es intentar comprender que nuestra verdadera identidad no es el ego que creemos ser. Cuestionar esa creencia. Puedes llegar a intuir, sin demasiada dificultad, que eres algo más grande que todo lo abarca, ese algo que nunca cambia, que no es afectado por nada, y que contiene todo (incluida la creencia de ser Carmen-cirujana o Pedro-fontanero).Llegar a intuir que gracias a ese trasfondo permanente, esa sensación innegable de ser, de presencia, todo aparece, desaparece, cambia.... Y Carmen y Pedro van a seguir apareciendo ahí, con "sus" vidas. No puede ser de otra forma. Pero si tienen una  verdadera comprensión de lo que realmente son y lo que no son y viven  con esa convicción, podemos decir que han pillado el malentendido, o si quieres mejor, han pillado lo que sugerían los sabios con esa metáfora. Se sabrán, sin ninguna duda, oceáno donde surgen y desaparecen las olas. ¿Y después de esa comprensión qué?, me puedes preguntar. Pues podemos contestar a lo gallego... ¿Sobra una ola en el mar?.

Constatar y apreciar.

Constatar
Constata que siempre eres. Eres sin esfuerzo. Todo, absolutamente todo, está siempre "dentro" de Eso, de ese innegable conocer que eres. Eso es por sí mismo. Es simple consciencia, sin conceptos. Constata, constata y vuelve a constatar.
Los estados meditativos, los enamoramientos, las facturas, el despertador por la mañana, los pensamientos de lo que "tienes" que hacer hoy en le trabajo, los goles de tu equipo, la tapa del vermut, el informativo de la t.v., el móvil sonando, la bronca con la pareja, el beso con la pareja...la vida. Darse cuenta, constatar que "tu vida" surge y desaparece en esa evidencia de saber que eres y que esta presencia consciente permanece intacta, este darse cuenta, como digo, ya tiene la profundidad que tiene que tener. Detente y observa esta consciencia cotidiana. Nunca cambia. Pero date cuenta que nada puede quedar fuera de Ella. Tómate tiempo y saborea su sutileza y la conmovedora inmensidad que siempre es, que siempre eres. No pases de largo.

Apreciar
No intentes "agarrar" la pura consciencia que eres. No vas a poder. Comprueba que cualquier intento de conceptualizar Eso que siempre eres es imposible. Abandona la caza. Guarda tu escopeta de buscador. Y simplemente aprecia lo que siempre está ahí. No sigas buscando más y más cosas nuevas. No te creas a los embusteros que te digan que hay algo más que esta consciencia cotidiana. Ten aprecio por Ella, por esa alegría y bienestar que sin motivo la llenan. Nada más.

Siempre Eres

Nunca podemos decir: "yo no soy". De eso estamos todos seguros. Somos y sabemos que somos. No hace fata que se lo preguntemos a nadie. Tenemos la evidencia de ser. Es un conocer inmediato e intuitivo.
A través de esta certeza que todos tenemos, de esta innegable presencia de ser, podemos llegar a intuir, sí, sólo intuir, nuestra verdadera naturaleza, la Pura Consciencia que somos. Pura Consciencia sin Esfuerzo ni Elección.
Es innombrable. Pero es innegable. Eres, eres y eres. Siempre.

Justo antes de dormirte, no le dices a tu compañero/a : "Los sueños de esta noche los va a tener el vecino, no van a ser míos". Esta Pura Consciencia que somos iluminará "tus" sueños. Los hará reales. A lo mejor por la mañana te ríes de las locuras que "acontecieron". Pero mientras soñabas eran tan "reales" como el café que tomas esa mañana. Y desde luego no dudas de que han sido tuyos. Te acomodaste en la cama y fuiste testigo de ellos, incluso si aparecías tú de alguna forma.
¿Y en el sueño profundo, sueño sin sueños?. Cuando te despiertas no le dices a tu compañero/a (o a ti mismo) " Buff, ¡qué profundamente ha dormido el vecino!, ¡cómo ha descansado!". No dudas de que, de alguna forma, has estado tú. No había sueños, no había "nada", pero de alguna forma estabas. Y lo sabes tú por tu propia experiencia, a parte de que después te lo confirmen otras personas.
Investiga este sustrato que siempre está, que siempre es. Obsérvalo. Es sutil, pero es innegablemente tú. Esa es la realidad, y eso eres tú. Comprueba si es verdad o no.